jueves, 22 de mayo de 2014

De cómo una interpretación sana de la vida exige la capacidad para integrar "opuestos"


La curiosidad mató al gato. Es probable que la curiosidad del gato termine por acabar con su vida. Ahora bien, si se trata de la curiosidad de alguien que podría observar a un gato, que se encuentra encerrado en una caja que contiene comida y veneno; es factible decir que la curiosidad puede matar al gato o dejarle vivir. Hasta que el observador no se deje tentar por la curiosidad, don Misifú permanecerá vivo y muerto a la vez. ¿Será que su destino depende de quien le observa?.

Esta introducción, y mucho más la última cuestión probablemente no tengan nada que ver con lo que voy a decir a continuación; o puede que sí, no lo sé. Depende de quién observa. 

Reflexionando en los hechos más ordinarios de la vida cotidiana me he encontrado constantemente en encrucijadas (o/o), en las cuales da la impresión de que se debe elegir esto o aquello, pero no las dos cosas a la vez, porque a simple vista son incompatibles. No podemos estar vivos y muertos al mismo tiempo. ¿O será que sí?

Sin embargo, no necesariamente la lógica de la vida nos ubica siempre en la posición disyuntiva de elegir una opción en detrimento de la otra. Desde mi punto de vista el surgimiento mismo de la vida demanda la integración de opuestos que dan como resultado cosas nuevas. La vida animal, a un nivel tosco y chabacano, la defino como el resultado de la unión del macho con la hembra. 

No obstante la definición anterior peca de simplista ya que si miramos a un nivel más profundo, nos daremos cuenta de que dichos opuestos (macho y hembra) no se encuentran en una misma dimensión, sino que están regidos por principios fundamentales diferentes pero interdependientes, como si fueran el derecho y el revés de una misma cosa.

A estos principios fundamentales yo los llamo los aspecto femenino y masculino de la vida, los llamo así porque tienen una manera muy "sexual" de relacionarse: cuando se unen producen algo que va más allá de ellos mismos y no son lo mismo cuando se tratan por separado, ya que su verdadera plenitud se alcanza cuando se reconoce su interdependencia y complementariedad.

A continuación presento una lista, que puede resultar caprichosa y obtusa debido a mi escaso conocimiento científico, pero se me antoja que a grandes rasgos puede servir para poner en perspectiva lo que mencioné en el párrafo anterior.

A. Femenino  -   A. Masculino
Bosón          /   Fermión
Onda           /   Partícula
Energía        /   Materia
Relaciones   /   Estructuras
Mente         /   Cuerpo

El aspecto femenino en esencia es el fondo y el aspecto masculino, la forma. Cuando se olvida uno de los dos aspectos se produce una interpretación incompleta de la vida. Es lo que sucede con todo extremismo, con el agravante de que cuando nos aferramos a un sólo aspecto de la vida terminamos convertidos en lo que más odiamos. Es por esto que cualquier sistema en el mundo que sólo tenga en cuenta un aspecto fundamental de la vida, llámese de derecha, izquierda, fascista, comunista, etc., estará abocado al fracaso.

Creo que mas allá de cualquier aspecto femenino o masculino, existe un principio integrador a partir del cual surgen todas las cosas, cuando se desconoce este principio, el ser humano cae en una visión incompleta de la vida. Es necesario mirar más allá de todo conocimiento y volver al origen, pues es el camino para integrar lo que en apariencia da la impresión de estar profundamente escindido.

Y así fue como empecé hablando de gatos cuánticos y terminé hablando de Dios. Lo importante es que yo me entiendo.  .)




P.D: La homosexualidad es, a mi parecer, una forma de interpretar la vida, que es incompatible con la vida misma (independientemente de cualquier juicio moral que se pueda hacer al respecto). No puede generarse vida a partir de dos elementos idénticos. La vida hasta ahora nos ha demostrado que surge a partir de la unión de distintos elementos que forman algo que va más allá de ellos mismos.

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